Los sonidos de la txalaparta dieron paso al bertsolari Arkaitz Estiballes. Después, un grupo de trabajadoras de Movistar explicó de forma resumida la huelga indefinida que protagonizaron hace casi un año. A partir de aquí, se escenificó la comunión trenzada entre diferentes agentes sociales en el combate contra la acumulación de riqueza.
Antes de comenzar la marcha, se mencionaron los diferentes colectivos que llevaron el testigo durante los primeros kilómetros: feministas, jóvenes, ecologistas, parados, pensionistas, antimilitaristas…
La lucha que comenzaron los trabajadores subcontratados por Movistar ha conectado con otros sectores precarizados. Correscales, la carrera contra la precariedad laboral, recorrerá 800 kilómetros desde Bilbo a Barcelona, atravesando Euskal Herria, Nafarroa, Aragón y Catalunya, entre el 17 y el 22 de febrero. Paralelamente, la campaña ya ha conseguido 121.013 euros para una caja de resistencia unitaria para trabajadores precariosmediante un crowdfunding que sigue abierto.
Salida de Bilbo
Abundaban los mensajes a favor de la dignidad de los trabajadores y en contra de la precariedad en pancartas y camisetas de muchas de las participantes. Antes de comenzar la marcha, se mencionaron los diferentes colectivos que llevaron el testimonio del Correscales durante los primeros kilómetros: feministas, jóvenes, ecologistas, parados, pensionistas, antimilitaristas… El objetivo, según dijeron, es tejer complicidades, luchas y solidaridad.
Después de introducir un texto trilingüe dentro de un testigo –una pieza que emula un teléfono azul–, comenzó la marcha entre gritos de «tipi-tapa, tipi-tapa, correscales», «borroka da bide bakarra» («la lucha es el único camino»),»prekarietatea apurtu»(«destrozamos la precariedad») o «quién está: la Marea Azul». El texto recorrerá los 800 kilómetros y será leído nuevamente en Barcelona, donde finaliza la carrera.
La marcha comenzó a ritmo de manifestación y no empezó a correr hasta la llegada a Basauri. / Irantzu Pstor (Argia)
«Estamos aquí para pelear contra este injusto sistema que nos deja sin salidas, estamos contra la precariedad laboral –subrayaron los organizadores al inicio de la marcha–. Queremos formar una sociedad que no nos obligue a consumir, queremos desarrollar nuestro proyecto de vida en libertad, no queremos andar pidiendo salarios miserables, la solidaridad debe prevalecer ante el individualismo, no debemos aceptar los chantajes».
Y así comenzó la marcha. Los integrantes de la Marea Azul formaron con sus escaleras los primeros metros. Al principio con tranquilidad, de una forma muy parecida a una manifestación. No empezó el trote hasta que la marcha llegó a Basauri. De allí en adelante, los trabajadores y personas solidarias han seguido toda la noche frente al viento y la lluvia. La meta, en Barcelona, a 800 kilómetros.
Correscales, en directo
Puedes seguir el Correscales en directo en Argia, Ahotsa, Arainfo y La Directa,medios que han unido sus fuerzas para realizar una cobertura conjunta sobre el terreno.
