Por mucho que presuma su director de RRHH de ser de Cantabria, los hechos son tozudos y este nuevo ataque a las teleoperadoras cántabras de Konecta es repugnante.
Infórmanos que la multinacional Grupo Konecta ha decidido volver a las andadas en un auténtico Déjà vu. Esta empresa de telemarketing ha decidido cerrar por movilidad geográfica el centro de trabajo que tiene en Camargo (Santander), para su filial DIGITEX.
Desgraciadamente, no es la primera vez que acude a esta perniciosa fórmula que el Estatuto de los Trabajadores plantea como una medida de flexibilidad laboral retorciéndola para camuflarla como un auténtico despido colectivo encubierto del que no hay razones operativas ni organizativas que lo justifiquen. Las únicas razones son económicas pero el Grupo Konecta no quiere enseñar sus cuentas, que son cuentos.
Es vergonzoso que, como hace ahora justo 10 años, se tenga que cerrar un centro de trabajo que funciona en Cantabria y se obligue a la gente a rescindir sus contratos (sin poder demandar) porque es imposible trasladarse con estos salarios a las comunidades autónomas de Andalucía o de Cataluña.
Todo el mundo entiende que las llamadas se cogen de la misma manera en Santander en Cataluña o en Andalucía y las personas trabajadoras cobran lo mismo, tienen mismo nivel profesional y, sin embargo, Konecta, para no tener que plantear un despido colectivo por razones económicas, se inventa esta chapuza de movilidad geográfica.
Desde la CGT ya nos enfrentamos en su día al al cierre del centro de trabajo de Torrelavega, en la misma comunidad autónoma para trasladar a las teleoperadoras de Vodafone a Valladolid pero cómo les salió bien en su día ahora han decidido ir más allá y vuelven a cerrar su presencia en Cantabria (volvieron el año pasado cuando compraron Digitex/Comdata) y ahora trasladan a las personas trabajadoras del centro de trabajo, de Camargo (Cantabria) a La Carolina (Jaen) y Viladecans (Barcelona).
Con los salarios del telemarketing, que rozan el SMI, es absolutamente imposible plantearse este traslado que es un despido barato, un auténtico FRAUDE DE LEY.
Konecta quiere que las personas de la estructura y las que trabajan para La Caixa se vayan a Viladecans y las personas que trabajan para Naturgy acudan a la Carolina. Desde la CGT nos enfrentamos a esta medida desde que la hemos conocido ya que es un auténtico abuso de derecho y un fraude de procedimiento dado que, como hemos dicho y reiteramos, lo que en realidad quiere la empresa es el cierre del centro de trabajo por motivos económicos y no existe causa para tal cosa, por eso lo camuflan así.
Esta es la postura que vamos a defender en el periodo de consultas que comienza a finales de Abril y que tendrá una duración no prorrogable de 15 días. Seguiremos informando.
Los puestos de trabajo no se venden.
Los puestos de trabajo SE DEFIENDEN