Nos hacemos eco, con profundo dolor, del comunicado público de denuncia de la Junta de Buen Gobierno (JBG) “Hacia la Esperanza” en el Caracol de La Realidad fechado a 5 de mayo, en el que relata los antecedentes y los hechos sucedidos el pasado 2 de mayo en los que con lujo de violencia fue asesinado un Base de Apoyo Zapatista (BAZ), José Luis Solís López “Galeano”, maestro de zona de la Escuelita por la Libertad según las y los Zapatistas. Además del brutal asesinato, resultaron heridos otros 15 BAZ mediante emboscada y ataque directo, y no en enfrentamiento como han tratado de difundir en los medios de comunicación fuentes gubernamentales. Así lo refrenda el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) en su boletín de prensa número 16 de 5 de mayo. Los ejecutores del ataque pertenecen a la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos Histórica (CIOAC-H). La denuncia detalla con máximo nivel de detalle cuáles son las personas con nombres y apellidos involucradas y cómo también han venido participando en el clima de hostigamiento y tensión permanente además de ejercer coordinadamente el ataque mortal miembros del Partido Verde y del PAN. En la denuncia se enumera además el listado de estrategias de provocación que los agresores
han venido desarrollando desde el 16 de marzo. Con todo estamos hablando de una planificación de corte paramilitar la cual, por supuesto, queda amparada desde arriba por el gobierno estatal de Manuel Velasco Coello y el Federal de Enrique Peña Nieto. Resulta altamente alarmante el grado de violencia ejercido. Según los relatos de la JBG y del Frayba, el ataque se materializó mediante armas de fuego, machetes, palos y piedras. Con esos medios, los paramilitares libraron con especial virulencia el ataque. Tal y como afirman enfáticamente los BAZ en su comunicado, no iban armados y por ello la agresión tomó el alcance tan brutal. Ante tal escenario es preciso reflexionar acerca de la íntima relación entre ejecutores y responsables intelectuales con cargo político. A su paso en recientes días por México, Juan Méndez, relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la tortura ha manifestado que “la tortura se practica bastante extensamente en México”. A pesar de ello en sus declaraciones públicas ha querido eximir de responsabilidad al Estado y más concretamente a sus responsables políticos: “al decir que es una práctica generalizada, quiero decir que no es ordenada desde ningún poder, no es una práctica sistematizada, ni masiva”. Hay que tener en cuenta que tal declaración se da en el contexto político nacional del abordaje de la reforma constitucional al artículo 29, la cual permite al Ejecutivo suspender garantías arbitrariamente pudiendo así criminalizar la manifestación, la protesta y las expresiones de disenso. Tampoco este extremo ha sido criticado con dureza por el representante del organismo.
De esta forma, la ONU pretende diluir la máxima atribución de responsabilidad a hombres de Estado como Peña Nieto, quien dijese de él mismo que asumía plenamente su responsabilidad ante los hechos de Atenco 2006. Así es como mediante la impunidad se blinda a los canallas que se ponen al frente de los tres niveles de gobierno en un país como es México y en un continente como es el Americano. Sabida es la complicidad y connivencia del anterior gobernador de Chiapas del PRD, Juan Sabines Guerrero con este organismo internacional o la también patética justificación de la ONU para la construcción de los proyectos contrainsurgentes que son las Ciudades Rurales Sustentables. En dichos proyectos neoliberales, la ONU se atreve a afirmar promocionalmente que la “dispersión poblacional es causa de la pobreza extrema en Chiapas”. Imposible llegar a ser más cínico un discurso oficial. Volviendo al ataque paramilitar en La Realidad, queremos señalar especialmente cuál es el papel de las Juntas de Buen Gobierno ante los conflictos, agresiones y planes de guerra que se vierten contra la autonomía de las Comunidades zapatistas. Queda abierta y extensamente reflejado en el comunicado referido como de forma sostenida en el tiempo, la JBG trata en todo momento de facilitar el diálogo, el acuerdo. Privilegiar la palabra mediante la paciencia y la esperanza. Con habilidad, lucidez e inteligencia. Ese es el concepto vivencial del profundo sentido de Justicia que entienden y llevan a término en el día a día nuestras hermanas y hermanos zapatistas. Frente a ello, paramilitares, gobiernos, corporaciones multinacionales y poderes fácticos juegan a apostarle sistemáticamente a la manipulación, a la traición y al asesinato político.
Desde la CGT enviamos nuestras más sentidas condolencias a la familia y compañeras y compañeros del Votan José Luis Solís López así como condenamos con rabia y firmeza los ataques y estrategias paramilitares y contrainsurgentes contra el EZLN. Exigimos con
respecto al asesinato y los 15 compañeros heridos que con verdadera justicia se proceda con los autores materiales e intelectuales en todos los niveles de responsabilidad. Deseamos una pronta recuperación de los BAZ heridos. Por último, manifestamos que debe efectuarse la apropiada reparación de todos los salvajes destrozos ocasionados en la clínica y escuela autónoma, anular la retención y robo de vehículos, además de practicar con inmediatez el restablecimiento de la tubería de agua potable.
¡Por el cese inmediato de la guerra a las Comunidades Zapatistas!
¡Alto a la impunidad!
¡Viva la Escuelita de la Libertad según las y los Zapatistas!
¡Vivan las Bases de Apoyo! ¡Vivan las JBG!
¡Viva el EZLN! ¡Viva el CNI!
¡Por Democracia, Libertad y Justicia!
CGT. Madrid, a 16 de mayo de 2014