Veinte antimilitaristas, entre ellos siete miembros de la CGT, desalojados violentamente e identificados en una protesta pacífica contra las maniobras militares de la OTAN en Cádiz.
La Confederación General del Trabajo (CGT) quiere manifestar su absoluta condena a la brutal represión de la que fueron objeto una veintena de pacifistas que el pasado 2 de noviembre llevaron a cabo una acción de desobediencia civil, entrando las instalaciones militares del Campo de Adiestramiento de la Sierra del Retín en Cádiz, donde se estaban realizando las maniobras militares de la OTAN “Trident Juncture 2015”. Con dicha acción simbólica los activistas de varios países europeos han pretendido denunciar, bajo el lema “OTAN no, la guerra empieza aquí” la política de militarización, venta de armas e intervención bélica en terceros países que se impulsa desde los gobiernos occidentales.
La CGT apoya dicha campaña de rechazo al militarismo y la guerra y se solidariza con los miembros de colectivos antimilitarista y no violentos de la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía (RANA) , Alternativa Antimilitarista-MOC, así como con los representantes de los colectivos europeos Ofog (Suecia), Trident Ploughshares (Reino Unido) y la Red Antimilitarista Europea, que han participado en esta movilización contra los preparativos para nuevas operaciones militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, según sus siglas en inglés)
El pasado 2 de noviembre activistas de los grupos citados (entre los que había 7 militantes de la CGT) han traspasado las vallas del terreno militar, han desplegados pancartas y se han echado pintura roja para señalar uno de los puntos en los que se están dando estas maniobras Trident Juncture 2015, como símbolo de la muerte y destrucción en la que nos sumergen la OTAN y el sistema militar. Los pacifistas han permanecido ocupando los terrenos militares hasta que los ha desalojado la Guardia Civil, que los ha arrastrado para sacarlos de las instalaciones militares. Además de ser víctimas de esa violencia física, una docena de personas han sido reprimidas con gas pimienta. A los activistas le fueron requisadas las cámaras de vídeo y fotos, así como varios teléfonos móviles. Para completar la operación de desalojo y represión contra esta protesta pacífica, los guardias civiles han identificado tanto al conjunto de activistas que han participado en el allanamiento como como a las numerosas personas que apoyaban desde fuera.
Hay que denunciar que la Guardia Civil decidió utilizar gas pimienta contra el grupo de los activistas que permanecían en actitud pasiva, tumbados en el suelo o portando pancartas, aunque dicha agresión no dio el resultado esperado por los mandos, por lo que éstos decidieron ordenar el desalojo por la fuerza. En ningún momento la Guardia Civil se preocupó por estado de salud o las condiciones emocionales de aquellas personas que fueron gaseadas.
Como ya hemos indicado, de la veintena participantes en el acto de repulsa contra la guerra, siete de ellos son sindicalista de la CGT (4 de Andalucía, 2 de Canarias y1 de Zaragoza) lo que demuestra nuestro compromiso por la paz y la solidaridad entre todos los pueblos del mundo. Además, y puesto que la confederación andaluza de nuestro sindicato pertenece a la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía (RANA) nuestra organización va a seguir apoyando a los miembros de este colectivo antimilitarista que sufran represalias por demostrar su derecho a la libertad de expresión y su rechazo a todas las guerras.
En esa clara línea de compromiso con la paz y de apoyo a las víctimas de las guerras, la CGT también ha expresado su protesta por las maniobras militares en Puerto de Sagunto (Valencia) y Zaragoza, así como el respaldo a las acciones de los grupos antimilitaristas realizadas en esas poblaciones.
Gabinete de Prensa
SP del Comité Confederal de CGT