Ayer, 12 de marzo, se cumplieron 30 años de la celebración del referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. A pesar de las manipulaciones, la presión mediática y las coacciones, el 40% de los votantes expresaron su rechazo a la pertenencia de España a la OTAN. En Cataluña, País Vasco y Canarias el rechazo fue mayoritario.
Hoy, después de 30 años, existen aún más razones que entonces para exigir nuestra salida inmediata de la OTAN.
Para comenzar, recordamos el incumplimiento de las tres condiciones con las que se votó el referéndum de 1986. Estas condiciones eran la no pertenencia a la estructura militar (condición que violó el gobierno de Aznar al introducir a España en dicha estructura militar en 1997), la reducción progresiva de las tropas extranjeras (no sólo no han disminuido sino que han aumentado) y la prohibición que instalar, almacenar o introducir armas nucleares en España (condición que también fue incumplida al introducir una cláusula con posterioridad).
ESTA ES A LO QUE LLAMAN DEMOCRACIA Y QUE CONSISTE EN REALIDAD EN LA LEY DEL EMBUDO, EN LA QUE EL PODER POLÍTICO, ECONÓMICO Y MILITAR PASA POR ENCIMA DE LA LEGALIDAD Y DE LA VOLUNTAD DEL PUEBLO EXPRESADA EN REFERÉNDUM.
Desde su nacimiento la OTAN ha utilizado las guerras, el terrorismo de estado y la destrucción social y económica de países y regiones enteras. 25 años después de la desaparición de las Unión Soviética, la OTAN está involucrada directamente o indirectamente en decenas de guerras por todo el planeta, con el objetivo de asegurar el dominio de las grandes potencias imperialistas y el saqueo económico por parte de las corporaciones multinacionales.
Condenamos el indignante uso de barcos de guerra de la OTAN para impedir la llegada a Europa de los miles de refugiados de Oriente Medio que huyen de las guerras de Irak y Siria, guerras que han sido precisamente alentadas y financiadas por la OTAN y sus aliados para destruir dos países y asegurar el control de los recursos petrolíferos y las vías de comunicación en Oriente Medio. NO será posible la paz y la reconstrucción de esa región mientras las grandes potencias y sus aliados antepongan sus intereses estratégicos y económicos.
Bertolt Brecht, en referencia al fascismo, escribió: “Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.
Por eso, además de exigir la salida de la OTAN, es necesario combatir al imperialismo en todas sus formas, sea la barbarie militar o sea la dominación política y la explotación económica a las que nos someten y someterán la Unión Europea, los futuros tratados de libre comercio TTIP y TISA o las grandes multinacionales que arruinan nuestra industria y nuestros derechos laborales para llevarse la producción a países donde pueden explotar a los trabajadores/as, incluidos niños y niñas.
La presencia de España en la OTAN no sólo no nos ha proporcionado ninguna seguridad sino que ha supuesto la multiplicación de las intervenciones militares españolas en el extranjero y, con ello, de los gastos militares y de la amenaza de atentados.
Actualmente hay tropas españolas participando en 16 misiones fuera de nuestro territorio, todas ellas en Oriente Medio, el Mediterráneo y África. En los últimos años se aprecia una clara tendencia al aumento del imperialismo español en África, con 9 misiones en países como Senegal, Malí, Cabo Verde, Gabón, República Centroafricana, Somalia o la operación Atalanta en el océano Índico.
Más allá de la presencia física de tropas españolas en el extranjero, en la estrategia militar yanqui y europea España ocupa un lugar geoestratégico clave para garantizar el saqueo de las riquezas de los pueblos africanos y su sumisión al imperialismo.
El pasado mes de junio España firmó con Estados Unidos un acuerdo por el que la base de Morón se convierte en la base permanente de la Fuerza de Mando de Estados Unidos para África, aumentando de 850 a 3.000 el número de marines yanquis que puede albergar la base.
Dentro de los mismos planes se inscribe la escalada de maniobras militares que se están desarrollando en nuestro país. El pasado otoño fueron las maniobras TridentJuncture 2015, las de mayor dimensión desde el final de la Guerra Fría, con la participación de más 36.000 soldados de 30 países, siendo España el principal escenario de estos ejercicios. Y justo hoy finalizan las maniobras DACEX/DACT 2016, que se han desarrollado en las islas Canarias desde el 24 de febrero con la participación de aviones de España, Alemania, Bélgica y los Estados Unidos.
NO QUEREMOS NI MANIOBRAS NI BASES EXTRANJERAS EN NUESTRO TERRITORIO, NO QUEREMOS SER LANZADERA DE GUERRAS DE SAQUEO Y BOMBARDEOS EN ÁFRICA
TENÍAMOS RAZÓN: BASES FUERA, OTAN NO