La “Plataforma de apoyo a los 8 de Yesa” nace con el objetivo de dar apoyo a las ocho personas imputadas por los hechos acaecidos en Artieda en el año 2012.
El 10 de octubre del 2012, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) lanzaba el cuarto intento de desalojo y expropiación sobre algunas de las tierras y granjas de Artieda. Durante la protesta, la Guardia Civil cargó brutalmente contra los vecinos.
La acción se saldó con una docena de personas lesionadas entre quienes se concentraban pacíficamente para manifestar su oposición a una expropiación injusta consecuencia de las obras complementarias al recrecimiento de Yesa. Un recrecimiento que a día de hoy sigue pendiendo de un hilo. Aquel día, y pese al balance de heridos, fue la Guardia Civil la única que presentó una denuncia en el juzgado de Exeya.
A los pocos días la Audiencia de Zaragoza emitía un auto exonerando a los guardias civiles y manteniendo los cargos contra los manifestantes. “La plataforma nace con dos objetivos claros. El primero, difundir y dar a conocer la situación en la que se encuentran los ocho imputados por las cargas de Artieda de 2012, y un segundo objetivo, recabar el máximo número de apoyos posibles para conseguir la absolución de los ocho imputados” argumentan desde la recién creada plataforma ciudadana.
A las ocho personas que fueron imputadas por diferentes cargos, se les piden penas que varían entre los dos años y medio y los seis años y medio de prisión. Las indemnizaciones solicitadas alcanzan la cifra total de 22.020,00€. Desde la plataforma han anunciado que trabajarán por conseguir la exculpación de las ocho personas imputadas, y solicitan el apoyo de la ciudadanía aragonesa. Ocho imputados por interponer sus cuerpos a los golpes, para mantener un pueblo vivo, y en Aragón sabemos mucho de pueblos muertos.
Artieda ejemplo de dignidad
Por cuarta vez triunfaba la dignidad junto al pantano de Yesa. En octubre de 2012, de nuevo el pueblo daba una lección a estamentos que cada día están más alejados de él. Los vecinos y vecinas de Artieda repelían la violencia de la guardia civil, abrazados, unidos, sentados. Con lágrimas en los ojos y golpes en el cráneo veían como el cuerpo enviado para reprimirles, se montaba en sus vehículos y volvía por donde había venido. Sin expropiarles.
En aquella ocasión venían a por 60 hectáreas. En otras ocasiones venían a por más. Pero en los cuatro lances que la CHE ha tratado de entrar en Artieda, ha encontrado lo mismo, la lucha de un pueblo por sus tierras, que conoce de buena mano la desaparición de poblaciones vecinas como Ruesta o Tiermas por el mismo motivo, el pantano de Yesa.
Hoy tratan de expropiar a las personas, tras no haber podido llevarse sus tierras. Las imputaciones no son más que otra táctica adoptada. La única manera que han visto de penetrar en un pueblo, que se muestra decidido a defender lo suyo.
La lucha de Artieda, debería ser de todas y cada uno de nosotros. Es la lucha por un trabajo digno y sostenible. Es desarrollo económico lógico y sin especuladores. Es, en definitiva, la pervivencia de la cultura propia, en forma de pueblos vivos, frente al capitalismo oportunista y especulativo que trata de ahogarlos. Artieda es, ante todo, dignidad.