Hacemos llegar a todos los colectivos sociales comprometidos contra las injusticias y abusos un nuevo comunicado, esta vez para oponerse al desalojo de los vecinos del edificio Brisas de Sardina en el sur de la isla de Gran Canaria. Nos gustaría repetir el éxito que hubo con el comunicado contra el desalojo de «La Esperanza» (en el otro extremo de la isla) y que las 132 organizaciones que firmaron aquel comunicado lo hagan también con este. Para hacer llegar vuestra firma podéis hacerlo a través del correo de la plataforma de vecinos afectados (afecbrisasardinadelsur@gmail.com) de su facebook, o de nuestro mail (anarquistasgc@gmail.com), web (www.anarquistasgc.net), facebook o twitter.
Ambas casos guardan grandes similitudes: en «La Esperanza» son precaristas y en «Las Brisas» son inquilinos, pero cada comunidad cuenta con alrededor de 80 familias, cada una está bajo amenaza de desalojo por cuestiones meramente burocráticas (ausencia de cédula de habitabilidad), cada una corre el riesgo de que por orden administrativa se les corten los suministros básicos y cada una se abastece con cubas de agua pagadas por los propios vecinos. En los dos casos el trámite de desalojo no lo ha iniciado un juzgado sino un ayuntamiento y también en sendos casos quien gobierna dicho ayuntamiento, en solitario o en coalición, con ese nombre o con otro, es Nueva Canarias (una representación de la izquierda autóctona institucionalizada). Para acabar las semejanzas, ambos edificios están en el disparadero de dos entidades financieras especuladoras (la SAREB en el norte y el Banco Sabadell en el sur). Nosotros, los colectivos sociales debemos añadir una similitud más: nuestro apoyo total a ambas comunidades humanas que resisten los embates de la corrupción política y la voracidad capitalista.
TODOS CON LOS VECINOS DE BRISAS DE SARDINA
Todos los colectivos abajo firmantes quieren manifestar su apoyo a los vecinos del edificio Brisas de Sardina en el municipio gran canario de Santa Lucía de Tirajana. Reclamamos desde aquí al ayuntamiento de la localidad que la solución que se dé a la situación irregular del edificio no pase nunca, bajo ningún concepto, por el desalojo forzoso de dichos vecinos. Estos llevan viviendo allí, pagando regularmente su alquiler, desde el 2009, y siempre se pueden hallar soluciones que no pasen por expulsarlos de sus casas. Demandamos que se actúe con la sensibilidad social necesaria para no tratar de romper siempre la cadena por el eslabón más débil y que las irregularidades que haya podido cometer el constructor no se intenten cobrar en las espaldas de los vecinos. Exigimos que cese el hostigamiento continúo de la administración sobre ellos y que se pongan a su disposición soluciones reales con los recursos públicos necesarios. No vamos a consentir ni un desahucio más, y menos aún por vía administrativa. Nuestra solidaridad siempre estará de parte de los vecinos, que son doblemente víctimas: de la mala praxis del constructor y de la mala gestión gubernamental.