“Cuando vino gente por primera vez a nuestra casa hace unos años a preguntar si nuestra familia querría participar en las comunas, les tiré piedras para que se fueran” ríe Bushra, una joven mujer de Tirbespiye, Rojava. Madre de dos hijos, pertenece a una secta religiosa ultra-conservadora. Antes, no se le permitía abandonar su casa y solía cubrir todo su cuerpo excepto sus ojos.
“Ahora moldeo activamente mi propia comunidad”, dice orgullosa con una radiante sonrisa. “La gente viene a mí en busca de soluciones para problemas sociales. Pero en aquel entonces, si me hubieras preguntado, no habría sabido el significado de “consejo” ni qué hace la gente en las asambleas”.
Hoy, a lo largo y ancho del planeta, la gente recurre a formas alternativas de organización autónoma para dar otra vez significado a sus vidas, para reflejar el deseo de la creatividad humana de expresarse libremente. Estos colectivos, comunas, cooperativas y movimientos de base pueden ser entendidos como mecanismos de autodefensa del pueblo frente a la intrusión del capitalismo, el patriarcado y el estado.
Fuente: ROAR
Traducido por Rojava Azadi