Varias decenas de personas acamparon el pasado domingo en la Plaza Gipuzkoa de Donostia para protestar contra la planta incineradora que la Diputación pretende construir en el barrio de Zubieta. Pero lo que empezó como una protesta contra la política de residuos se convirtió desde la primera asamblea en una crítica transversal a la clase dirigente de la provincia.
La acampada Gipuzkoa Zutik (Gipuzkoa en pie) pretende convertir la incineradora en símbolo de las decisiones que la Diputación Foral de Gipuzkoa está tomando durante los últimos meses: recortes, medidas para aliviar presión fiscal a las rentas más altas, inversión desmesurada en infraestructuras, quitar ayudas sociales a las personas desfavorecidas bajo el pretexto de que provocan un «efecto llamada» de migrantes…
Tras una primera asamblea que reunió a cerca de 300 personas en la Plaza Gipuzkoa, alrededor de 60 pasaron la noche acampadas. Una de ellas declaraba al día siguiente que «dormir al raso en el metro cuadrado más caro del País Vasco y probablemente del Estado español ha sido una gozada». Una experiencia que han querido disfrutar cada vez más personas durante la semana, llegando a montar 25 tiendas de campaña en el parque situado frente a la sede de la Diputación.
La intensa lluvia del lunes no evitó que la gente se animara a acampar, ni tampoco que la segunda asamblea general del movimiento fuera numerosa. Distribuidos en grupos temáticos comenzaron a trabajar en los diversas problemáticas que tienen relación con la incineradora, como salud, ordenación territorial o anticapitalismo.
Un punto de encuentro
Durante el martes una marcha ciclista contra la precariedad del sindicato LAB se reunió con los acampados, y trabajadores de las carreteras guipuzcoanas que llevan más de 90 días en huelga también se acercaron de la mano del sindicato ELA. Entre las actividades que planean realizar hay programadas varias charlas como la que ofrecerá Marina Sánchez en torno a la economía feminista o la que explicará la labor de la Oficina Precaria de Madrid.
Además, Gipuzkoa Zutik ha llevado a cabo pequeñas acciones de intervención urbana, como la huerta colectiva que instalaron la noche del lunes en el parque de la Plaza Gipuzkoa, espacio que habitualmente tiene una estética Belle Epoque. Las máscaras contra la contaminación se están convirtiendo en símbolo del movimiento. Un mensaje que Gipuzkoa Zutik ha enviado la tarde del miércoles afirma que «queremos respirar, pero los gobernantes no nos dejan. Nos ponemos máscaras para dar la cara».
La multitud recupera la plaza
El miércoles a las 10 de la mañana la policía municipal de Donostia y la Ertzaintza desalojó la acampada. Las personas allí reunidas han salido por su propio pie. Ha habido momentos de tensión, aunque no se han producido identificaciones, a diferencia de lo ocurrido los días anteriores, en los que la policía ha identificado a varias personas.
Tras el desalojo, las personas acampadas se desplazaron al Boulevard, donde decidieron continuar con la programación de charlas y conciertos y llamar a una movilización a las 18:30. Según se lee en el texto difundido en las redes, «Gipuzkoa Zutik no es solo una plaza, una ocupación, no es una trinchera que hay que defender. Somos una idea, nos movemos como el agua y, si no nos dejan estar allí, vamos a aparecer aquí».
La primera decisión de la tarde ha sido apoyada por la inmensa mayoría: intentar volver a la Plaza Gipuzkoa. La asamblea echó a andar encabezada por una tela de colores en torno a la cual se reunieron el primer día. Los manifestantes coreaban frases como «venimos aquí a defender nuestras vidas» o «no nos vamos a casa». Al llegar a la calle Elkano, antidisturbios de la policía autónoma vasca pararon la marcha. Alrededor de 700 personas se sentaron en el suelo y comenzaron a debatir la situación. La tensión fue en aumento cuando la policía intentó detener a uno de los manifestantes, pero al no conseguirlo los agentes han reculado y finalmente dejaron el paso libre.
Gipuzkoa Zutik ha vuelto, por lo tanto, a la Plaza Gipuzkoa el mismo día en el que la asamblea había sido desalojada. Según informan desde el lugar, el número de personas que está participando en las asambleas de la tarde-noche del miércoles triplica la cifra del día anterior. La cuenta de Twitter de Gipuzkoa Zutik da una muestra de la sensación de victoria de hoy: «Yes, we camp!» y «Somos más que nunca, con más ganas que nunca, no nos vamos».