Tras los casos de César Strawberry y Pablo Hásel, llega a la Audiencia Nacional el caso del rapero mallorquín Valtonyc, a quien piden tres años y ocho meses de cárcel por las letras de sus canciones.
El rapero Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtonyc, ha sido acusado por la Audiencia Nacional debido a las polémicas letras de sus canciones. Se le imputan los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, por los que el fiscal pide tres años y ocho meses de cárcel, además de una fianza de 4.000 euros. Valtonyc cuenta su historia.
¿En qué punto se encuentra el juicio actualmente?
Se ha abierto el juicio oral y estamos en este punto justo antes de empezar el juicio, que será en diciembre. El fiscal pide tres años y ocho meses además de una fianza provisional de 4000 euros, condena a la que se ha acogido Jorge Campos, presidente del Circulo Balear.
¿Crees que estás siendo perseguido por la justicia española?
Más que por la justicia española, por las instituciones y por el Circulo Balear. Este juicio en mi contra pasa por mi ideología, por mi compromiso con los movimientos sociales y porque dije lo que dije en catalán. La denuncia de Jorge Campos por alusiones en la canción ‘Circ Balear’ quedó en nada, pero la policía comenzó a investigar mis canciones y encontró razones para juzgarme.
¿Se trata de razones ideológicas?
Si, totalmente. Si fuese por algo violento habrían buscado en mis antecedentes, y no tengo de ningún tipo. Si no fuese por razones ideológicas, creo que se perseguiría también a todo tipo de artista que utilizase la violencia en sus letras. Además, el rap es una música violenta, directa, incisiva, provocativa… Eso de la violencia es la excusa; decir que estás reprimiendo a un músico por su ideología es muy fuerte y causaría revuelo. En cambio, si se le incluye en la sección de terrorismo (como es mi caso) ya no suena tan mal.
¿Cuál es el objetivo de tu música?
Transformación social; usar el rap como una herramienta para coger conciencia. Todo esto por la parte política, pero también hay canciones de cultura. Me gusta provocar reacciones en las personas.
Tu juicio se celebra en la Audiencia Nacional. ¿Qué piensas de que te juzgue un tribunal que proviene del antiguo Tribunal del Orden Público de la época franquista?
Esto da pie más que nunca a que la Audiencia Nacional es un tribunal político y que mi caso es un caso político. Hay un interés por silenciarme y para dar ejemplo de mi castigo. No es un juicio por amenazas de muerte a nadie. Aun así, no creo que un juicio por amenazar de muerte o por insultar a alguien merezca un juicio en la Audiencia Nacional. Esto demuestra que tras este juicio hay algo más, un trasfondo; un interés. Además, en las noticias, una de las cosas que recalcan es que simpatizo con los grupos de la izquierda independentista “violenta”, adjetivan.
Entonces, ¿crees que tu juicio funciona como un aviso para futuras reprimendas?
Si, y además creo que soy el último escalón. Lo digo porque soy el único al que el fiscal pide tres años y ocho meses de cárcel. Al resto de personas que han juzgado por lo mismo que yo, le han pedido dos años. Yo puedo entrar en prisión con una sola condena.
¿Podrías pactar la condena con el juez?
Podría pactar con el juez para no entrar en prisión diciendo que soy culpable y la condena sería de un año y medio más o menos, según me explico mi abogado, Juan Manuel Olarieta. Obviamente, no estoy dispuesto. Yo quiero luchar por mi inocencia, aunque exista el riesgo de ir a prisión, porque no lo considero un juicio contra mí, sino un juicio contra la libertad de expresión. Si me declaro culpable es como si admitiera que yo he hecho apología del terrorismo y que he injuriado a la corona, por lo tanto, si le sucediera a otro, mi caso ya no serviría como ejemplo.
Tu caso, el de Pablo Hasel, el de César Strawberry, el de “Los Titiriteros”… todos convergen en un punto: recortes a la libertad de expresión. ¿Cuáles crees que son los objetivos reales (no los oficiales) de la Ley Mordaza, la Operación Araña, etc.?
El problema es que el movimiento revolucionario está cada vez más desarrollado, por tanto la represión también debe aumentar. Cada día hay más organizaciones, más asambleas populares en los barrios, más rabia en las calles…por eso el Estado aumenta la represión. Si no hubiese tanta respuesta en internet, tantas manifestaciones o incluso la consulta soberana de Cataluña, no habría tanta represión. En mi opinión, los movimientos revolucionarios seguirán creciendo y el fascismo tendrá que acabar.
¿Crees que el Estado mantiene un perfil continuista del franquismo a la hora de perseguir la disidencia política?
El fascismo es solo otro escalón del capitalismo. Lo que sé es que hay muchos jueces y fiscales de la Audiencia Nacional que son los mismos de hace 30 o 40 años, según me ha dicho mi abogado.
¿A qué crees que responde el hecho de que quieran condenarte a prisión?
El motivo real es que en parte se han sentido humillados, y en parte por mi compromiso con los movimientos sociales, porque soy cercano tanto a la izquierda independista catalana como al PCR, porque me he escrito cartas con presos políticos…en fin, creo que todo esto lo saben y no les gusta mucho. Mi acusación es un ejemplo para hacer callar a los activistas.
¿Humillados en qué sentido?
No creo que a Jorge Campos le haya hecho gracia que una canción que dice que merece una bomba de destrucción nuclear tenga más de 100.000 reproducciones, aunque eso sería imposible ya que no tengo plutonio en casa…
Te han embargado una parte del sueldo…
Si, debido a que tengo que pagar la fianza provisional de 4.000 euros. El fiscal hace una previsión de esa cantidad por daños y perjuicios por injurias, y después será el juez quien diga si será más o menos cantidad. Si es menos, me devolverán; si es más, tendré que pagar. Es una medida cautelar que toman para que me presente al juicio.
¿Cómo valoras el tratamiento de los medios de comunicación?
Muy mal porque son muy sensacionalistas en el sentido de que cortan frases, manipulan. He leído barbaridades: “Piden prisión para el rapero que amenazó a Intereconomía con un kalashnikov”, dando a entender que los amenacé directamente. Algunos periódicos como el Ara Balears se han portado muy bien conmigo, pero otros como el Diario de Mallorca o el Última Hora me han tratado fatal.