Iveco: si enfermas, a la calle

iveco-stralis-hi-way-launched-46875_1World Class Manufacturing (WCM). Estas tres palabras aterrizaron en 2013 en la planta de Iveco de Coslada para agriar el clima laboral e impregnarlo de miedo y presión. Este sistema japonés, que se basa en la excelencia, ha puesto contra las cuerdas a una plantilla, que los próximos 29 de noviembre y 6 de diciembre parará su producción como protesta.

“Es un sistema de explotación cuasicientífico que incluye un sistema de valoración injusto y arbitrario”, relata Heriberto Tella, miembro del Comité de Empresa por CGT. Todos los trabajadores son valorados periódicamente en 20 aspectos que van desde la puntualidad hasta las habilidades sociales. El sindicato denuncia que, basándose en este sistema, la empresa ha despedido a gente que se encontraba con bajas de larga duración. “El 90% de los despidos que se hacen son gente con patologías probablemente adquiridas en el trabajo y que supondrían posibles bajas futuras”, relata Tella.

Nada más instaurarse el sistema la empresa despidió a cinco trabajadores que se encontraban de baja, algunos de ellos muy graves. Desde entonces ha habido un goteo constante de casos hasta que este mes de octubre se despidió a cuatro personas basándose en unas valoraciones “más que probablemente ilegales” que ya han sido recurridas ante la Inspección de Trabajo y que ya se encuentran en los tribunales.

Los trabajadores despedidos son los afectados directos de este sistema. Pero el clima de miedo que se está generando afecta indirectamente a todos los empleados. “Se está utilizando este sistema como un elemento de intimidación de la plantilla. La gente no reclama sus derechos y tragan con cosas que no deberían tragar”, explica el representante sindical. “Una vez un trabajador pidió un permiso particular y le amenazaron con una mala valoración”, relata.

Con este sistema, que persigue frenar bajas laborales, se está consiguiendo todo lo contrario. “El índice de personas con ansiedad se ha incrementado. Si eres absentista estás en el punto de mira y al final la gente peta”, cuenta Tella, para quien acompañar a trabajadores con un cuadro de crisis se ha convertido ya en algo habitual. Y, ante esta situación, la huelga es la única salida; una acción que la empresa ha intentado paralizar y que también estará marcada por el miedo de la plantilla. “Confiamos en que saldrá bien; si no, no lo haríamos. Es una huelga atípica porque no protestamos por condiciones salariales. Queremos humanizar esta fábrica ya que la han deshumanizado”, sentencia.

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/global/32436-iveco-si-enfermas-la-calle.html

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