Se dice muchas veces que el telemarketing es un ejemplo de trabajo precario. Intentaré explicar qué significa eso. En mi empresa la mayor parte de la gente a la que contratan son mujeres con jornada parcial. Atendemos una infinidad de servicios, desde servicios bancarios, compañías de seguros, compañías telefónicas, incluso el servicio de atención al cliente de una gran administración pública. Todos nos presentamos al teléfono como trabajadores de esas empresas, pero en realidad tenemos un contrato a través de una subcontrata que pertenece a la patronal de telemarketing integrada en la CEOE.
Precariedad significa atender situaciones complejas sin apenas formación y, aunque trabajo para una subcontrata, soportar los cambios de directrices del cliente principal todos los días sin tiempo suficiente para asimilarlos.
Precariedad significa que tengo que estar conectado a un teléfono durante toda mi jornada laboral y solo puedo levantarme 5 minutos a la hora tanto para que descanse mi vista como para ir al baño. Esto lo conseguimos tras una sentencia del Tribunal Supremo.
Precariedad significa que como tengo un turno «partido», me pueden mover desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la tarde como ellos quieran avisándome solamente con una semana de antelación.
Precariedad significa que solo disfruto de dos fines de semana al mes, aunque coincidan con mis vacaciones, y que me avisan mensualmente de los fines de semana que libro, lo que me imposibilita planificar mis días libres.
Precariedad significa que no cobro en vacaciones lo mismo que el resto de meses, dado que una parte del salario variable (incentivos y comisiones) la empresa se niega a pagarlo, a pesar de que también el Tribunal Supremo tiene una sentencia firme que la obliga a hacerlo.
Precariedad significa que la mayor parte de las empresas del sector, aunque están obligadas desde el año 2007, no tienen plan de igualdad.
Precariedad también significa que aunque yo llevo varios años trabajando para el mismo cliente, sigo teniendo un contrato temporal de obra o servicio y mi antigüedad la he perdido, dado que cuando cambia la subcontrata no me reconocen la antigüedad inicial. Además, estoy expuesto a que, aunque mi obra no termine, cualquier día den por finalizado mi contrato porque digan que baja el volumen de llamadas con una simple justificación de una hoja de cálculo imposible de verificar. Esto está regulado en los artículos 17 y 18 del convenio colectivo que queremos cambiar.
Precariedad significa que en el período 2010-2014 perdí un 5% de poder adquisitivo a pesar de que mi empresa aumentó su facturación y sus beneficios. Lo mismo que me pasa a mí les pasa a todos los trabajadores del telemarketing, dado que esto estaba regulado en el convenio anterior.
La precariedad la siento cerca de mí y a veces me asusta denunciarla públicamente, porque todavía tengo la suerte de conservar la jornada completa. Desde hace años en mi empresa y en todo el sector solo se contrata a trabajadores a tiempo parcial para poder obligarles a rendir más y, si no aguantan, despedirlos o hacer que se vayan. Y además los que están trabajando directamente con mi empresa tienen suerte, porque cada día contratan a más trabajadores por ETT con menos derechos todavía. Tampoco son mucho más afortunados quienes empiezan a trabajar directamente contratados por mi empresa, porque están con un contrato eventual y a los dos meses los pueden mandar casi gratis a la calle.
Pero nosotros no nos conformamos. Desde hace 24 meses los sindicatos en la mesa del convenio están peleando por un convenio colectivo digno.
Yo creo que otro convenio es posible y peleo día a día por conseguirlo. Me gustaría que el nuevo convenio obligara a las empresas a contratar en jornada completa. Que el nuevo convenio fijara una formación adecuada para los puestos de trabajo y regulara una carrera profesional sin enchufes ni amiguismos. Lucho por un convenio que obligue a que si el cliente para el que trabajo cambia de subcontrata se garantice tanto mi puesto de trabajo como la antigüedad que tengo. Me movilizo por acabar con el artículo del convenio que permite que cuando la empresa asegure que hay menos llamadas digan que mi contrato ha terminado aunque siga mi campaña. Me movilizo porque se cumplan las sentencias del Tribunal Supremo y que me paguen lo que me deben. Me movilizo también por un sueldo digno, empezando por recuperar el poder adquisitivo que perdí en el convenio anterior. En el fondo lo que me gustaría es que no se aprovechara la subcontratación para pagar menos y tener menos derechos, que es en lo que se ha convertido el telemarketing.
Aprovecho esta oportunidad para abrir una ventana de solidaridad. Hoy, lunes 28 de noviembre, estamos convocados a la huelga 80.000 trabajadores y trabajadoras de todo el Estado. Creemos que otro convenio es posible y tú también tienes mucho que decir. Como usuario de una empresa telefónica, un banco o una administración pública te animo a que llames por teléfono y protestes por la situación de los trabajadores del sector. Como usuario tienes todo el derecho del mundo a pedir que nos traten con unas condiciones dignas. Como usuario tienes todo el derecho a exigir un servicio de atención al cliente de calidad. Si nosotros desde un lado del teléfono protestamos y pedimos mejores condiciones y tú desde el otro también protestas y defiendes que los call centers tengan calidad, quizás ese día todo empezará a mejorar.
Fuente: http://www.eldiario.es/tribunaabierta/precariedad-convenio-telemarketing-posible_6_583801657.html