En el día de hoy se ha ratificado en el Parlamento Europeo el CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreemet). Este Tratado, fue firmado por el Consejo Europeo y Canadá el 30 de Octubre pasado, con el refrendo de hoy por el Parlamento Europeo se consuma la venta de la soberanía de Europa a las grandes corporaciones transnacionales con a la complicidad de la clase política que, una vez más, defiende los intereses del gran capital por encima de los intereses de sus pueblos, pensando seguramente por qué puerta giratoria van a entrar en los Consejos de Administración de esas Transnacionales a las que tan bien han servido.
Lo han refrendado los votos de conservadores, socialdemócratas y liberales y han votado en contra la Izquierda Unitaria, los Verdes y algunos socialdemócratas. En total 408 votos a favor, 254 en contra y 33 abstenciones.
Particularmente penosa ha sido la actuación de las eurodiputadas y eurodiputados “socialdemócratas” del PSOE, que al contrario que sus colegas europeos que estaban divididos y consecuentemente una parte de ellos han votado no, sus señorías del PSOE, impasible el ademan, han defendido y votado en bloque junto con los otros grupos de la gran coalición, PP y Ciudadanos, sí al CETA.
«Votar por el CETA es comprar gato por liebre» recuerda la eurodiputada socialista belga Marie Arenas quien afirma que seguirá abogando por buscar el voto en contra en la ratificación estatal. Con una coherencia que ya quisieran las eurodiputadas del PSOE.
En la votación de hoy lo que se ha dirimido en el Parlamento Europeo es algo más que una votación sobre un acuerdo comercial, se ha votado un modelo de sociedad al servicio de las élites económicas que traerá más desigualdad, pobreza y precariedad al 90 por ciento de la población, con la desregularización del mercado laboral, la salida al mercado de los servicios públicos destruyendo nuestro modo de vida, acabando con nuestra agricultura mediterránea a mayor gloria de la agroindustria contaminante y tóxica de las grandes corporaciones estadounidenses.
Se instaura un modelo socioeconómico en Europa para las próximas décadas, muy en la línea de las políticas de austeridad y recortes que están sufriendo las clases populares desde el inicio de la crisis-estafa.
«Aquellos que han votado a favor del CETA cargan una gran responsabilidad histórica a sus espaldas – tenemos que parar la concentración del poder industrial y financiero» recuerda el vicepresidente del grupo europeo de la Izquierda Unitaria Patrick Le Hyaric.
En aras a esa responsabilidad, el PSOE debería plantearse, en un último acto de dignidad, dejar de confundir a nuestro pueblo y fusionarse con el PP, que es donde debe estar.
La CGT va a seguir en la lucha contra El CETA, pero también contra el TTIP, el TISA y el poder neoliberal que representan, en la denuncia, en la calle, y en la presión a las Instituciones del cambio para que de verdad den un paso al frente y desobedezcan los dictados de estos Tratados que vulneran la Constitución y el Estado de Derecho. Desde CGT, seguiremos trabajando junto a la campaña No al TTIP recordando que a pesar del resultado de la votación ninguna lucha está perdida. El acuerdo con Canadá tiene un obligado paso por los parlamentos estatales y algunos regionales, su tramitación puede deparar algunas sorpresas. En ese proceso se encontraría una oportunidad de acabar definitivamente con él. Para eso es necesaria la coordinación en la lucha porque sólo con la presión popular y la sociedad civil organizada en la calle, podremos conseguirlo.