El coste del desfile militar del 26 de mayo duplica el de 2017 y cuatriplica el de 2016

El coste del desfile militar con motivo del día de las Fuerzas Armadas que recorrerá las calles de Logroño el próximo 26 de mayo duplica el de 2017 y cuatriplica el de 2016, ascendiendo a 733.796 euros. Las molestias ocasionadas ya han comenzado indignar a vecinos y comerciantes de calle General Vara de Rey.

El martes 22 de mayo, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, presumía de llevar el nivel de gasto de su ministerio a niveles precrisis y advirtió que seguirá creciendo, al considerar necesario seguir haciendo un esfuerzo “continuado y sostenible en el tiempo”.

Desde 2016, año en que fue nombrada ministra, el gasto militar no ha dejado de crecer. Los presupuestos de 2017 escalaron la partida de Defensa un 32%, un aumento que se consolida en los presupuestos de 2018, aún sin aprobar, con una nueva subida del 10,7%.

No obstante, desde el centro de estudios por la paz Centre Delàs advierten que el presupuesto militar real asciende cuantiosamente. Desde esta organización cuantifican el gasto militar oculto en las partidas presupuestarias de otros ministerios en 11.000 millones de euros, lo cual supondría un incremento del 145% respecto al presupuesto del Ministerio de Defensa.

Entre los gastos, que en su informe “Los despropósitos del gasto militar” adjudican directamente a Defensa, se encuentran 19,48 millones de euros para “organismos militares internacionales” adjudicados al Ministerio de Exteriores, 302,36 millones de euros dedicados a I+D militar del presupuesto de Industria o 2.654,93 millones de euros destinados a sufragar a la Guardia Civil, un cuerpo de seguridad pública de naturaleza militar y ámbito nacional, según describen en su propia web.

Esta escalada presupuestaria ha tenido su reflejo en el coste que conllevará el desfile del día de las Fuerzas Armadas el próximo 26 de mayo en Logroño, que cuatriplica el coste del llevado a cabo en 2016 en Madrid y duplica el del pasado año en Guadalajara, ascendiendo hasta los 733.796 euros.

UN GASTO QUE VECINOS Y COMERCIANTES DE VARA DE REY NIEGAN QUE COMPENSE

Desde El Salto La Rioja nos hemos acercado a la Calle General Vara de Rey, donde desde hace ya varios días han comenzado los trabajos de preparación del desfile, para conocer la opinión de vecinos y comerciantes.

En contraste con las declaraciones de la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, en las que afirmaba que “la ciudad está nerviosa y expectante”, muchos vecinos muestran su malestar tanto por la gestión, la falta de planificación y los numerosos inconvenientes que se están generando.

Comenzamos nuestro recorrido desde el estanco entre la citada calle y la avenida Gran Vía, donde sus dependientes critican que, mientras “se sabe perfectamente quién viene y quién no viene, nadie nos informa de lo que realmente nos afecta”. Desde este establecimiento denuncian que viven una incertidumbre constante, ya que “cada día emiten un bando donde nos enteramos de las restricciones de tráfico, cortes…”. También se muestran muy preocupados por la retirada de contenedores de basura desde cinco días antes del desfile. “¿Qué vamos a hacer con nuestras basuras? ¿La gente en sus casas, van a coleccionar basura durante una semana?”, se preguntan. Por último, afirman convencidos que todos los negocios de la calle van a verse muy perjudicados.

Seguimos avanzando y entramos en una pastelería donde nos cuentan que se ha notado mucho la reducción de las ventas porque, pese “al barullo”, las dificultades del tránsito ocasionan que la gente no quiera entrar y prefieran ir a otros comercios.

Otro local cercano es una tienda de animales, desde donde ponen especial acento en las cuestiones de limpieza. Critican que, mientras son frecuentes sus quejas al Ayuntamiento por el olor a orines humanos en la calle, únicamente “lo han visto y van solucionar durante esta semana”. Al igual que otros comerciantes de la zona, pone en duda la utilidad del desfile y en su caso propone que el presupuesto sea dedicado a fomentar el comercio local.

Durante todo el recorrido escuchamos comentarios de vecinos enfadados por tener que recorrer hasta 600 metros para cruzar la calle, obligándoles a alargar sus trayectos más de un kilómetro. También nos encontramos con una madre que, al recoger a su hijo le explica que hoy cogerán un taxi por la falta de espacio en aceras y las largas distancias para cruzar la calle.

Subiendo hasta la esquina con la calle Pérez Galdós, encontramos un pequeño kiosco a pie de calle, donde su propietaria se muestra indignada. Critica la retirada de los contenedores, el corte de tráfico desde una semana antes del “evento”, los ruidos desde que comenzaron retirar el mobiliario urbano la pasada semana y del montaje de esta semana, los aviones que desde hace semanas sobrevuelan el cielo logroñés con gran estruendo, las pérdidas que le va a generar durante toda la semana —por la reducción del tráfico y el tránsito y por verse obligada a cerrar el sábado por ser una zona de seguridad—, la pésima gestión y planificación municipal…

Justo al concluir nuestra conversación con ella, nos encontramos a una persona con discapacidad visual que venía de su trabajo. Por la mañana no notó mucha diferencia pero a la hora de salir de trabajar tuvimos que ayudarle a esquivar —mientras que sujetaba nuestro brazo con su mano derecha y con la otra su bastón guía— un carrito de bebé, varias vallas provisionales en el arcén y un perro atrapado con su bastón, en un espacio inferior al metro lineal que había entre una de las gradas y la pared.

También en esta manzana vive Francisco, que relata cómo la policía ha pasado por su casa a identificarle a él y a su mujer por la mera presencia del rey durante el próximo sábado. A esto, añade las molestias ocasionadas por el corte de la calle, que le obliga “a dar un rodeo de más de 300 metros” para cruzar a la acera de enfrente. Junto a esta incomodidad, Francisco explica que, al haber añadido cuatro días antes las gradas, tienen los accesos a los garajes bloqueados y que las calles aledañas se encuentran cerradas impidiendo tanto el estacionamiento como la circulación. También critica la “pésima gestión informativa” del Ayuntamiento, que ha hecho que no sepan qué van a encontrarse en los próximos días, ya que cada mañana se encuentra con una nueva circular de la policía municipal “restringiendo aún más nuestros derechos, sin que quede muy claro lo que implica, y cuando preguntas a la policía tampoco lo tiene claro. Nos vamos enterando de todo por fascículos”. Por último, denuncia que no sólo no les están informado debidamente, sino que además tampoco pueden protestar porque “las decisiones ya están tomadas” y lamenta no poder colgar en su ventana una bandera republicana por miedo a ser multado “ni me voy a arriesgar a hacerlo, porque ya ha pasado antes y la ‘ley mordaza está’ ahí”.

TRABAJO DIARIO EN “LA ZONA 0”

Desde Parques y Jardines comentan que no tienen más trabajo que el habitual; únicamente y por el desfile han adelantado dos semanas la reposición de plantas. Explican que desde el Ayuntamiento se ha comprado más planta que de habitual: unas 2.000 flores rojas y amarillas para esta ocasión, pero no toda esa planta, que ronda 50 céntimos la unidad, será plantada en la zona centro de Logroño, sino que unos 1.000 ejemplares podrían ser repartidos entre las logroñesas y logroñeses el día del desfile.

Una decena de militares del Ejército de Tierra también se encuentra ya en Logroño montando la megafonía en la calle Vara de Rey. Llegaron desde Madrid el 20 de mayo y están alojados en la base militar del ejército de tierra.
Desde otras provincias, como Madrid y Toledo, también llegaron el lunes empresas externas para efectuar labores de montaje y acondicionamiento en las gradas y la tribuna real desde el martes a primera hora de la mañana.
El Parque Municipal de Servicios —unidad municipal tiene su centro de trabajo los funcionarios adscritos a obras, aguas, alumbrado, mecánico, carpintería, pintura y herrería o metalistería— señala que lo que se está viviendo es muy similar al desarrollo que existe antes y durante las fiestas de San Bernabé y la Vendimia en Logroño, “eso sí, en fiestas no quitamos farolas ni semáforos”.

Es una carga muy parecida, por ejemplo, al montaje de los “graderíos” para el reparto del pan, el pez y el vino de junio y como en estas circunstancias existen “golpes de trabajo” y los funcionarios “se apuntan para realizar horas extraordinarias” por la tarde.

Reconocen que hay varios escenarios municipales que no han podido desmontar durante esta semana dado que “dos personas” que pudieran retirarlos supone “dos personas menos aquí y aquí hay mucho jaleo” porque “la casa real es muy real”.

Lo que escucha esta unidad del Ayuntamiento de Logroño por parte de los ciudadanos es que no tiene buzones, no tiene semáforos y “la gente pasa cuando puede y como puede por no tener que desplazarse 300 metros de ida y otros 300 de vuelta máxime si una persona tiene 70 u 80 años y están que muerden”.

También afirman que la policía está cansada de decir a la gente por dónde tiene que pasar, pero que la gente no le hace caso “y yo lo entiendo”.

Este funcionario cree que si le hubieran explicado los pros y contras de esta actividad y se hubiera sacado a referéndum “quizá la gente hubiera votado que no porque el día de las Fuerzas Armadas es muy bonito y tiene mucha repercusión, pero para las personas que viven o caminan por esta zona…”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/dia-fuerzas-armadas/coste-desfile-militar-duplica-2017-cuatriplica-2016

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