En España las opciones de planificar de manera consciente la maternidad con información suficiente, la utilización de métodos anticonceptivos o la interrupción voluntaria del embarazo (solo posible dentro de las 14 primeras semanas) son derechos regulados en la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
Aun así no hay igualdad de trato para las identidades no normativas que reconoce el heteropatriarcado. Las farmacias pueden hacer objeción de conciencia no facilitando la píldora post coital o preservativo. Una vez tomada la decisión de abortar si acudes a un centro médico has de recapacitar durante tres días en casa. Las menores con 16 y 17 años tienen que ser autorizadas por tutores legales. Pese a que la escolarización obligatoria prevé enseñanza religiosa dentro de un Estado que se declara aconfesional, no se ofrece educación sexual.
Los sectores más rancios y conservadores desde sus élites machistas amenazan con volver a la ley arcaica de supuestos para el aborto de los años 80. Teniendo en cuenta que 400 mujeres perdieron la vida en España en 1979 por serles practicados abortos clandestinos, CGT considera aberrante la sola propuesta, ya que intentar instaurar este cambio normativo revela una clara política de terrorismo de Estado contra las mujeres.
A lo largo y ancho del mundo muchas mujeres ven limitadas y anuladas sus libertades sexuales y reproductivas. Por razones culturales o religiosas están obligadas a llevar el embarazo a término aunque suponga poner en riesgo su vida, a pesar de haber sido este contra su voluntad o incluso en el caso aberrante de una violación. Pueden ser igualmente judicializadas, represaliadas o encarceladas si el aborto es involuntario y espontáneo.
Desde CGT mostramos nuestra solidaridad con la pañolada verde que envuelve al planeta. Aunamos nuestras voces al grito global de las mujeres. Esperamos hacer eco en la conciencia colectiva para que nuestras hermanas y nosotras mismas no veamos reprimidas nuestras vidas, libertades sexuales y reproductivas.
Desde CGT exigimos que los gobiernos no hagan de nuestro útero un nicho de mercado sobre el que ellos y sus intereses capitalistas nos exploten mercantilicen, impongan y prohíban.
Secretaría de la Mujer del SP Confederal