Cuando en México los malos gobiernos no solo no buscan a los desparecidos sino que forman parte del entramado que permite que el país se llene de fosas y tristeza, están poniendo de manifiesto su intención de destruir cualquier semilla de vida y transformación.
Hoy se cumplen cuatro años de la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa y somos miles de personas, millones de muchas partes del mundo los y las que les llevamos en nuestro corazón y seguimos exigiendo su aparición con vida.
¡Porque vivos se los llevaron, vivos queremos que regresen!
Hoy especialmente nuestro camino se cruza con el de las y los familiares y amigos que siguen incansablemente buscando. Sus hijos son semilla, esperanza y lucha que nos recuerdan la urgente necesidad de seguir en las calles, de organizarnos para parar esta barbarie de desapariciones y muerte. De la importancia de no olvidar.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) nos mantendremos en alerta, atentas a nuestros compañeros y compañeras que siguen buscando a sus hijos, hermanos y compañeros pese a las trabas gubernamentales, las amenazas y coacciones.
Mantendremos nuestro compromiso de seguir denunciando y difundiendo los crímenes perpetrados por el Estado en un intento de frenar los valientes proyectos que tratan de cambiar el rumbo del país para llenarlo de dignidad.
Y nos sumamos al llamamiento internacional por el recuerdo de los 43 estudiantes desaparecidos y en solidaridad y apoyo a las familias y amistades de Ayotzinapa.