Desde la Confederación General del Trabajo nos sumamos a la denuncia internacional de la incursión del Ejército de Marruecos el pasado 13 de noviembre en la zona desmilitarizada del Guerguerart, en el Sur del Sahara Occidental, en la frontera con Mauritania.
El resultado de la presencia militar marroquí en la zona ha sido la expulsión de 50 civiles saharauis que habían bloqueado la carretera desde el pasado 21 de octubre en protesta por los continuos retrasos en la celebración del referéndum sobre autodeterminación acordado con la ONU en 1991.
A pesar de la ratificación de estos acuerdos en 2001 por parte de la ONU, mostrando su “pleno apoyo” a la “celebración de un referéndum libre, justo e imparcial sobre la libre determinación del pueblo Sahara Occidental”, la realidad del referéndum está bien lejos de llevarse a cabo.
Desde 2007, ninguna nueva resolución de la ONU sobre el Sahara Occidental hace ya mención a la autonomía ni al referéndum. Tampoco se ha logrado que la Agencia por la Paz de la ONU haya evaluado las continuas violaciones de derechos humanos que comete Marruecos en el Sáhara Occidental (o en el propio Marruecos). Resulta bastante sospechoso que, de las 16 misiones de paz de la ONU, solo la del Sáhara Occidental, la Minurso, no tenga poderes para evaluar la falta de derechos humanos.
Otros Estados como el español, el resto de la U€ y el mundo continúan cerrando los ojos e ignorando los derechos fundamentales del Pueblo Saharaui desde hace más de tres décadas.
¡Fuera el ejército marroquí de las zonas desmilitarizadas!
¡Por un Sáhara Libre!
¡Referéndum ya