El ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, viene a representar al gobierno central a la toma de posesión del nuevo Presidente regional. Su visita, a pocos días de la entrada en vigor de las leyes mordaza, es un indicador de los riesgos que la ciudadanía corre con este gobierno y con sus políticas.
El sr. Fernández Díaz, ha acumulado un triste historial durante el tiempo que lleva al frente del Ministerio del Interior. Su mandato ha estado a la altura de lo que se le encargó, del programa real del PP. Durante estos cuatro años, la represión sobre la sociedad organizada ha crecido conforme la movilización social aumentaba en respuesta a las agresiones derivadas de esta estafa que llaman crisis. Recordemos solo algunas de las prácticas más significativas y siniestras de las que es responsable político Fernández Díaz: graves restricciones de la libertad sindical, aplicando el artículo 315 del código penal contra los sindicalistas participantes en piquetes, persecución a los inmigrantes, con la cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla, o la muerte no accidental de 15 seres humanos tiroteados con balas de goma y botes de humo en la playa del Tarajal en Ceuta. Solamente por lo anterior, el sr Fernández Díaz debería ser investigado por la fiscalía, pero en vez de eso, está cerrando su paso por el ministerio poniendo en marcha una legislación que reduce las libertades democráticas al nivel del comienzo de la transición, tras la muerte de Franco.
Esta progresión en la reducción de las libertades no es casual, obedece al designio político de demediar fuertemente los sistemas democráticos, para adaptarlos a sociedades que se pretenden de sujetos sin derechos laborales ni sociales, acordes con los principios de explotación económica extrema del capitalismo neoliberal.
No estamos dispuestos a aceptarlo. No toleraremos la pérdida de las libertades que generaciones anteriores consiguieron con gran esfuerzo y lucha, no toleraremos la criminalización y exclusión de los perseguidos del mundo que arriban a nuestras fronteras, los inmigrantes.
Por eso, señalamos hoy la presencia del Ministro del Interior en un acto democrático como una transmisión de poderes, como una fuerte contradicción por la amenaza que para la propia convivencia democrática suponen las políticas por el ejemplificadas.
Solicitamos a los diferentes grupos parlamentarios no comprometidos con las políticas del PP, expresen su malestar con las políticas liberticidas que el sr. Fernández Díaz representa, manifestando su malestar con las mismas a su principal responsable.