El 9 de mayo se presentó en el Teatro Lagrada de Madrid “Apoyo Mutuo”, organización de militantes sociales que tiene entre sus objetivos “acabar con la dispersión organizativa” en los movimientos libertarios y no electorales. Además de criticar la centralidad de las elecciones y el poder de las instituciones, se recuperan las ideas de “programa común” y “poder popular”. Sobre todo, en una agenda repleta de convocatorias al voto, se busca “la horizontalidad y la reactivación de los movimientos sociales y las luchas populares”, destaca Óscar Alonso, miembro del Grupo de Portavocía de “Apoyo Mutuo” y militante de la CNT. A grandes rasgos, “Apoyo Mutuo” aspira a la “transformación social” a partir de dos ejes: una “democracia económica” que sustituya al capitalismo por la economía de propiedad colectiva, gestionada de manera cooperativa por productores y consumidores; y una “democracia política”, que sustituya al Estado por la “decisión confederal en pie de igualdad de todas las personas”.
-¿Cómo nace y a qué inquietudes responde “Apoyo Mutuo”?
-La iniciativa surge de las redes sociales, de muchas personas que proceden del movimiento libertario y otros movimientos no electorales. “Apoyo Mutuo” es el resultado de un proceso. El origen se sitúa en Internet, en el foro de “Alasbarricadas.org” y anteriormente en el 15-M. Se planteaba la pregunta de en qué contexto y sobre qué paradigmas está funcionando el movimiento libertario, cómo nos estamos organizando y qué influencia tiene actualmente en la sociedad. Pero dentro de la actual ola electoralista, la iniciativa “Apoyo Mutuo” no se plantea únicamente para el movimiento libertario, sino también para el movimiento no electoral.
-Antes de que apareciera “Apoyo Mutuo”, el 19 de febrero de 2015 se presentó el manifiesto “Construir pueblo fuerte para posibilitar otro mundo”. Actualmente cuenta con más de 900 firmas de adhesión.
-Presentamos el manifiesto en un acto público, y también una rueda de prensa, en el local del periódico Diagonal en Madrid. El objetivo era observar la acogida y el número de apoyos que podía tener una iniciativa de estas características. Lanzamos el manifiesto como una especie de “órdago” a los movimientos libertario y no electoral. Además de generar un programa político, hablábamos de romper con la incomunicación, salir del gueto, nuestra capacidad de influencia, la democracia económica y política o la creación de una red de análisis y coordinación. Las ideas principales aparecen en los textos que hemos ido publicando en Internet. El paso siguiente consistió en la organización de un encuentro estatal el 28 de marzo, en el que se concretó la formación de “Apoyo Mutuo”. El 9 de mayo en el teatro Lagrada de Madrid se realizó el acto de presentación pública y una rueda de prensa.
-¿Qué rasgos definen la iniciativa “Apoyo Mutuo”?
-No queremos que sea una nueva organización, ni una plataforma ni coordinadora de colectivos. Las personas que llegan a “Apoyo Mutuo” lo hacen a nivel individual, firman el manifiesto o se adhieren a las ideas fuerza… No vienen, por ejemplo, grupos de personas representando a la CNT, la CGT o un centro social. Además, no queremos poner en el centro de la agenda el proceso electoral, y eso implica no poner el foco en una campaña por la abstención, como se ha hecho muchas veces en el anarquismo clásico. Criticamos los procesos electorales y la cultura de la delegación, pero queremos ser propositivos, no estar siempre a la contra. “Apoyo Mutuo” plantea reforzar los movimientos sociales y fortalecer un contrapoder.
-En algunos textos subrayáis la idea de “poder popular” ¿Cómo cabe entenderla?
-El sujeto que debe llevar a cabo la tarea de la transformación social es el pueblo organizado. El poder popular ha de ser, desde ya, el germen de esa “otra” sociedad a la que aspiramos. Entendemos el poder popular, además, como el poder del pueblo, organizado, en las más diversas formas de participación, en los ámbitos político, económico, social, ambiental o internacional. Un poder que supere el marco político e institucional establecido.
-¿Y en cuanto al “programa común»?
-Creemos que para impulsar nuestras ideas es necesario acabar con la dispersión organizativa que vive nuestro ámbito desde hace mucho tiempo; y, a continuación, actuar a partir de un “programa común”. El programa tiene que surgir de un debate amplio que supere los límites de la propia organización, que esté en continua revisión y vaya actualizándose para no perder el hilo de los acontecimientos.
-Insistes en que no se trata de una organización pensada y dirigida, exclusivamente, para el mundo libertario… ¿Cuál ha sido la acogida dentro del movimiento anarquista?
-Efectivamente, “Apoyo Mutuo” no es una iniciativa endogámica de anarquistas hacia anarquistas. Hay dentro mucha gente que procedemos del movimiento libertario, pero también otra de índole muy diversa. El punto en común es que todos procedemos y somos militantes de movimientos sociales que no hemos participado en la deriva electoral. En cuanto a la acogida, en general ha sido buena, aunque siempre surgen ciertas críticas y reservas ante la organización, dentro de un entramado tan complejo como el movimiento libertario. Con todas las familias y vertientes, resulta difícil llegar sin molestar a nadie y contentando a todo el mundo. Yo diría que es imposible, pero tampoco tenemos la pretensión de aglutinar a todo el mundo.
-¿Ha comenzado a difundirse la iniciativa por los territorios del estado español?
-En los Països catalans se ha encargado una organización “hermana”, que es “Procés Embat”. En Aragón ha surgido otra organización, “Aunar”. En el resto del estado se está impulsando “Apoyo Mutuo”. En el Grupo de Portavocía actualmente estamos trabajando y en otoño tenemos varias presentaciones por todo el estado. De momento hemos presentado la organización en ciudades como Madrid, Sevilla, Salamanca, Mérida, Móstoles o Galapagar (Madrid). También se han interesado por “Apoyo Mutuo” medios libertarios del Reino Unido o Francia. En otoño probablemente organicemos otro Encuentro con toda la gente que integra “Apoyo Mutuo” en el estado español.
-¿Qué ideas resaltáis en las presentaciones?
-La búsqueda de la horizontalidad, la reactivación de los movimientos sociales y las luchas populares. Sobre todo, la regeneración y la actualización del discurso del movimiento libertario y no electoral. Ejemplo de las luchas sociales para “Apoyo Mutuo” son el movimiento asambleario surgido del 15-M, los movimientos por la vivienda o la huelga del servicio de mantenimiento de Madrid Río (área de recreo en los márgenes del río Manzanares), ganada por la asamblea de trabajadores y en la que se ha dejado de lado a los sindicatos mayoritarios. También las luchas de los centros sociales, el sector del telemarketing, las diferentes “mareas”…
-¿Qué sectores han sido los más receptivos a la propuesta de “Apoyo Mutuo? ¿Habría que recuperar el título del libro de Nani Ballestrini “Lo queremos todo” (sobre las huelgas en la factoría de Fiat en Turín durante los años 60 y 70) para no limitarse a las convocatorias electorales?
-En general ha sido muy receptiva la gente que proviene del 15-M, y que no se siente identificada con este proceso electoral y de “todas las cartas a Podemos”. También mucha gente de la tradición libertaria que ve que no se está influyendo desde la militancia ni desde las organizaciones. Por otro lado, la falta de ambición nos ha caracterizado muchas veces al movimiento libertario, así como una falta de autoestima… Con este proceso electoral, y ahora no sólo hablo del movimiento libertario, se nos ha “inferiorizado” a todos los que nos hemos quedado fuera; incluso se nos ha ridiculizado. “O estáis con el proceso electoral o no queréis participar en el cambio”, se nos venía a decir. Pero participar en política son muchas más cosas, y podemos entenderlo otras muchas maneras.
– Por último, afirma el portavoz del SAT, Diego Cañamero: “si luchamos en la calle, pero el BOE lo detentan siempre los mismos, nos impondrán la ley mordaza, la reforma laboral, el recorte de las pensiones o el rescate de los bancos con dinero público. Hemos de contar, por tanto, con las calles y las plazas, pero también con el BOE”. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?
-Creo que son numerosas las batallas parciales que hemos ganado y lo hemos de continuar haciendo, como pueblo organizado. No todas estas victorias tienen por qué ser reconocidas por la institución. Podemos hablar de Gamonal, Can Vies…procesos que pasan por la autoorganización popular. A eso es a lo que vamos…