Estamos hartas, a veces exhaustas, estremecidas… pero no vamos a parar.
Sabemos que la violencia contra mujeres y niñas es global yes la mayor causa de mortalidad de las mujeres de entre 15 y 44 años en todo el mundo, como constata la ONU.
Pero miramos cerca, en nuestra sociedad, y 37 mujeres y 8 menores, niños y niñas, han sido asesinados en lo que va de 2015.
Lamentablemente, en junio fue asesinada una mujer cántabra y otra fue gravemente herida.
Ocho de esas mujeres han sido asesinadas en este mes de agosto que aún no ha terminado; más dos niñas. Diez asesinatos en veinte días.
La Violencia de Género no es un problema de las mujeres, que son las víctimas de los varones machistas y maltratadores, pero estamos abocadas a luchar denodadamente contra ella.
El asesinato es el último peldaño de esta escalera de sumisión y sometimiento que nos impone el sistema patriarcal y que nuestros gobiernos no están atajando. Sabemos que no basta con la denuncia pública, con poner el foco cuando se produce un nuevo asesinato; no basta con lamentarse, sino que como sociedad debemos exigir políticas que garanticen un plan permanente de actuación integral.
Este terrorismo tiene que tener una respuesta, es preciso extirparlo e intervenir desde todos los frentes para acabar ya con los asesinatos, que no son sino la punta del iceberg de todo el conjunto de actitudes machistas que configuran nuestra sociedad y que son el germen para la posterior violencia extrema.
Porque esta terrible violencia se pone en marcha desde la cuna, cuando educamos a niños y niñas en mundos antagónicos: los niños para la producción y lo público y las niñas para la reproducción y la vida de los cuidados. Los niños para lo que tiene valor social y las niñas para sostener la vida. ¡Y así por los siglos de los siglos!
Denunciamos que HOY la igualdad entre mujeres y hombres está sufriendo un gran retroceso al agravarse los factores de la violencia estructural: ausencia de políticas educativas, incremento de la desprotección social, mayor desempleo, feminización de la pobreza, recorte de recursos públicos para la prevención, protección y atención a mujeres, niñas y niños víctimas de violencia; son todos ellos factores de riesgo que favorecen el incremento de la violencia de género.
Por eso, necesitamos y EXIGIMOS POLÍTICAS de prevención, sensibilización y formación en todos los ámbitos: educación, sanidad, cuerpos de seguridad del estado, judicatura… y no pararemos hasta conseguirlo.
Porque las niñas y las mujeres tenemos derecho a una vida sin violencia y porque sin nuestros derechos no existen los derechos humanos.
Llamamos a todas y todos a no consentir y a denunciar cualquier acto que signifique violencia de cualquier tipo contra una mujer. Porque si tocan a una nos tocan todas.
Santander, 25 de agosto de 2015
COMISIÓN CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO