Dos de ellos afiliados de CGT.
El pasado 27 de julio tuvimos conocimiento del inicio de expediente disciplinario por “falta muy grave” a dos trabajadores del Dpto. Inmobiliario Sur y del despido directo del superior de ambos. Alegando que este jefe estaba en situación “fuera de convenio”, no ha tenido ninguna opción de defensa previa al despido ni las garantías de la Normativa Laboral de Telefónica y, en nuestra opinión, se ha vulnerado el derecho de información establecido en el Estatuto de los Trabajadores.
En la notificación a los técnicos se hacen graves acusaciones sobre el desempeño de su trabajo que no se ajustan a la realidad de sus actuaciones y, por tanto, no pueden ser probadas. Profesionales con varias décadas de intachable cumplimiento de sus cometidos, habiendo recibido reconocimientos personalizados por su labor y priorizando en su larga trayectoria el interés de Telefónica, son incomprensiblemente culpados de “absoluta dejación de las funciones de su puesto (…) beneficiándose de la existencia de estas irregularidades”, en base a un informe de auditoría encargado por la empresa para la ocasión y con origen en una supuesta “denuncia de terceros”.
Para CGT las irregularidades son las torpezas cometidas por Recursos Humanos (RRHH) en el expediente contra los compañeros, como que entre la relación de obras en las que Telefónica dice encontrar irregularidades hay algunas en las que no han tenido ninguna participación, que funciones o decisiones que se les imputan no son cometidos realizados por los técnicos ni requieren su participación -las decisiones sobre facturación, los cambios o desvíos presupuestarios no son competencia de los técnicos-, que seguimos sin conocer la denuncia que inicia la auditoría, ni el informe final de la misma, ni cuál es la causa real que les lleva a aplicar la pena máxima sobre los compañeros.
Telefónica, como todas las empresas, hizo un ejercicio de ‘juzgado empresarial’ y pidió que fueran los trabajadores quienes aportaran las pruebas necesarias para demostrar su inocencia. Se invertía la carga de la prueba –ahora ya eran culpables hasta que demuestren lo contrario- sobre unos compañeros que han colaborado en todo momento en la auditoría en su contra, aportando la documentación y las respuestas a cada cuestión requerida. El viernes pasado –en viernes y a última hora, como gusta a las empresas- eran despedidos.
A pesar de la elevada carga de trabajo que pesa sobre la unidad de estos compañeros y de que nadie está exento de cometer errores involuntarios en el desempeño laboral, no han tomado decisiones sin informar o sin conocimiento y aprobación de sus superiores y, de haberse producido fallos de cumplimiento de los procedimientos operativos establecidos, debieran haber sido detectados por la dirección e informados a los técnicos para su corrección, lo que no ha sucedido. Son estos procedimientos, que no preven todas las posibles circunstancias en la ejecución de los proyectos, y la propia dirección quienes en última instancia posibilitan las fallas e irregularidades.
Por todo lo expuesto, defendemos la profesionalidad y rotundo compromiso con la compañía de los compañeros citados y exigimos la retirada inmediata de los despidos y la anulación de los expedientes. No se ha demostrado culpabilidad de los trabajadores, ni perjuicio económico para la empresa, pero en el ambiente de presión en aumento generado por la exigencia de productividad en todas las áreas, cuando los continuos cambios y nuevas actividades dificultan cada vez más tener la formación adecuada (que la empresa descarga sobre nuestra responsabilidad) y, sobre todo, en un momento de negociación colectiva especial y novedosa –negociándose actualmente el primer Convenio Colectivo de Empresas Vinculadas para tres empresas del Grupo Telefónica (TdE, TME y Tsol; fija, móvil y soluciones)-, parece indispensable para la compañía lanzar su tradicional y violento mensaje de fuerza para crear miedo en sindicatos y plantilla. Así ha sido en la negociación de los últimos convenios y así parece que lo quiere la empresa: negociar con cadáveres bajo la mesa.
Además del recorrido jurídico en contra de estos absurdos despidos, injustos y sin fundamento, daremos la respuesta sindical adecuada y necesaria a esta agresión al conjunto de la plantilla de Telefónica.
Si nos tocan a un@ nos tocan a tod@s.