(Contestación nota de prensa del Ayuntamiento del 23 de julio de 2016)
Después de pedir cerca de tres meses, a diario, el concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Santander, Cesar Díaz junto con la concejala de barrios y un técnico de vialidad, concertaron una cita con nuestra asociación y la Asociación Entrehuertas para explicar el proyecto que tienen preparado para la reforma de nuestro barrio. Le pedimos permiso para grabar la reunión y accedió a ello.
Nos presentaron sólo un plano del proyecto, sin especificaciones sobre la principal obra que se va a realizar en el barrio, el vial, adjuntamos plano.
Dicho plano está sin cotas en las zonas que más afecta a los vecinos/as , la zona B-B, donde la curva de la carretera “come” literalmente el barrio y nos deja un espacio mínimo para bajar a nuestras casas, creando a su vez un muro de unos dos metros. No somos arquitectos ni ingenieros pero un visionado del vial nos hace ver que el proyecto es una aberración que no soluciona la mayor preocupación del concejal, el “fondo de saco”, ya que él mismo reconoce que por ejemplo, los bomberos van a tener el mismo acceso a los portales de estas calles, pues la calle acaba en un verdadero “fondo de saco”, una pared. El camión de bomberos, por ejemplo, va a llegar al mismo sitio que ahora sin vial.
En marzo de 2015 la asociación presentó una petición al departamento de prevención del servicio de extinción de incendios, está registrado en el Ayuntamiento, un informe para que valorase los riesgos y dotaciones del barrio ante una posible emergencia, y a día de hoy no ha habido respuesta, y el propio Cesar Díaz reconoció no tener constancia. ¿Por qué si la preocupación del concejal es la seguridad de la calle no nos ha dado respuesta a la seguridad real del barrio? Si su preocupación es el Fondo de Saco, ¿por qué se empeña en un vial que no lo soluciona? Esto lo reconoce en la reunión.
Entonces, si no soluciona los problemas del barrio ¿porqué quiere hacer un vial que nos va a enterrar en un muro de dos metros de alto? Desde que nos reunimos con el concejal hemos estado buscando ayuda para que nos puedan explicar el plano, ya difícil de ver sin cotas, y este es el dibujo que en estos pocos días nos han podido hacer.
La acera para dar acceso a los vecinos a los portales es de 1,80 m de ancho, con una escalera de 2 metros de bajada, y una separación de 1 metro del primer portal, ósea un verdadero zulo. Además nos surgen varias preguntas ¿Está permitido en urbanismo que las personas estén por debajo de las carreteras y del tráfico? ¿No debería ser al revés? Que las personas estén a la altura de los vehículos o ¿por encima de ellos para prevenir cualquier problema? Valoren ustedes.
Hemos leído en la prensa que el Ayuntamiento nos da un plazo de 15 días para presentar propuestas a su proyecto. En la reunión mantenida con él, le pedimos 2 meses y él señor Cesar Díaz accede a dicho plazo, lo oímos todos los presentes. Si 2 meses nos parce poco para valorar el impacto, 15 días nos parece una broma de muy mal gusto.
El plano que nos presenta está sin especificar las dimensiones del vial ni su repercusión en un barrio ya de por sí mal comunicado, y lleno de viviendas, que por supuesto algo de lo que se olvida totalmente el concejal, es que está lleno de personas que no queremos vivir en un zulo.
Entonces, si el vial no soluciona la seguridad del barrio, no soluciona el acceso a las viviendas, no soluciona los problemas de aparcamiento, no soluciona los problemas de espacios de ocio, ¿porqué hacerle? Además de no dar soluciones a las peticiones de nuestra Asociación crea otro problema muy importante para la habitabilidad del barrio; el vial abre la calle y con ello extiende un problema que ya tienen los vecinos del Rio de la Pila, el botellón de los fines de semana que deja un rastro de basura y que convierte los alrededores en un urinario público incontrolado, y lo más importante, afecta a el descanso de los vecinos.
La asociación tiene preparado un escrito donde le pide al Ayuntamiento un plano que especifique las cotas de las zonas que más afectan al barrio, zona B-B y zona A-A, y una memoria explicativa de dicho plano para poder valorar el impacto del proyecto. ¿Nos da 15 días? ¿Qué pretende que hagamos en 15 días?
Pedimos lo mismo de siempre, queremos participar en el proyecto. Tenemos que saber lo que va a ocurrir realmente para poder valorar lo que definitivamente va a cambiar nuestro entorno y con ello nuestras vidas. Somos personas no proyectos en abstracto, tenemos que tener tiempo para decidir qué queremos y cómo lo queremos.
Los que aquí viven desde niños saben que este barrio no ha sido una prioridad en el Ayuntamiento, no se ha invertido en el barrio nunca. Como cualquier Santanderino pagamos los impuestos, derecho tenemos en que ahora se vuelquen en nuestro barrio para devolver la aportación de estos impuestos, eso sí reconociendo que tenemos opinión y que no tiene que ser la misma del concejal.
Si los vecinos de este barrio hemos esperado más de veinte años para que se tenga en cuenta el deterioro del barrio, y no tenemos prisa ahora no tenemos prisa ¿por qué tiene prisa el Ayuntamiento? ¿Quiere que participemos?, pues eso se hace con tiempo, que no estamos decidiendo dónde van a ir las papeleras.
Asociación de Vecin@s de Antonio Cabezón y Francisco Giner
Santander, 24 de julio de 2016