El accidente de O Porriño se ha llevado la vida de 4 personas, dos de ellos ferroviarios y otro un hijo de ferroviario además de un turista y numerosos heridos de gravedad. Es un tren regional, que circula con asfa analógico, por una infraestructura de esas que los gestores no consideran prioritaria actualizar, y con un material de más de treinta años de antigüedad. Para los gestores del ferrocarril, debe ser más importante que el 5% de los viajeros de ave disfruten de wifi,( 188 m. euros ) a que todos los viajeros del sistema convencional puedan viajar con los máximos sistemas de seguridad.
Para los que no utilizan los trenes regionales o de cercanías, esos responsables que son más de coches oficiales, aviones de lujo o clases club, debe ser que no importa demasiado que gran parte del 95% de los viajeros a diario lo haga en un material obsoleto, mientras comprometen 2500 millones de euros de los bolsillos públicos, para la compra de trenes ave, que serán puestos a disposición de unas empresas privadas, que muy probablemente acabarán quebrando y exigiendo indemnizaciones millonarias (últimamente tienen más abogados que ingenieros ferroviarios en sus plantillas, y se han aficionado a optar a licitaciones y en poco tiempo salir del negocio argumentando que no es el negocio que parecía y exigiendo millones de euros de indemnización por su quiebra, como ACS en el túnel de El Pertús).
Debe ser que estos gestores de lo público, consideran más importante que el 5 % de viajeros de AVE vean un partido de fútbol online con wifi, a que el 95% de los viajeros a diario, que son los que se mueven en trenes regionales y cercanías viajen en un material con todos los sistemas de seguridad. Lo cierto es que con una gestión de lo público, con inversiones al servicio de la ciudadanía como legítimos dueños del ferrocarril, y no una gestión de mercado para favorecer intereses de una minoría saqueadora, los daños ante accidentes graves, estarían minimizados.
El sistema público ferroviario necesita ser potenciado, el camino emprendido es además de equivocado, muy peligroso, y ya conocemos las consecuencias, sirva como ejemplo la quiebra de las empresas privadas en el último año en Gran Bretaña, y su historial de accidentes y deterioro tras la privatización.
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Sector Federal Ferroviario- CGT