A partir del año 2006, la patronal fresera de la provincia de Huelva empieza a contratar mujeres marroquíes en origen para la recogida de la fresa. Ese año se pone en marcha el programa de Gestión Ética de la Inmigración Temporera y se firma el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Cartaya y la ANAPEC (Agencia Nacional para la Promoción del Empleo y las Competencias de Marruecos).
La situación de esclavitud e indefensión que rodea la contratación de las temporeras marroquíes que realizan la campaña de recogida de la fresa en Huelva, la impunidad con la que actúan los titulares de las explotaciones y los abusos continuados por parte de los mismos y sus manijeros amparados en la opacidad y la falta de control de la Administración, nos lleva a denunciar el sistema de esclavismo y abusos sexuales en el que viven estas mujeres, que no conocen el idioma y viven prácticamente encerradas en las fincas, sin posibilidad de ejercer sus derechos ni de denunciar su situación por miedo a que las devuelvan a su país.
La CGT exige a la Administración que actúe y para ello demandamos los siguientes puntos que nos parecen imprescindibles para acabar con el régimen de violencia laboral, patriarcal y colonial al que están siendo sometidas las temporeras:
– Revisión y seguimiento sobre cómo se contrata a estas mujeres. Por un lado, qué es lo que se les ofrece en sus países de origen, en qué condiciones y bajo qué premisas. Y por otro lado, qué es lo que se encuentran una vez que pisan Andalucía.
– Tras eso, creemos que es primordial una revisión de los convenios colectivos del campo. En este caso ha tocado a Huelva, pero no hay que olvidar convenios que para nada favorecen la inclusión y la dignidad de las mujeres jornaleras y temporeras. Es necesario que las trabajadoras eventuales puedan celebrar elecciones sindicales para tener representación ante la patronal. Un derecho que ahora no existe. Hace falta una revisión con perspectiva de género de la legislación laboral si realmente queremos acabar con la desigualdad en los tajos.
– Creemos que las Inspecciones de Trabajo son fundamentales para poder controlar que no se produzcan situaciones de desamparo, respetándose los derechos laborales dentro de nuestros espacios de trabajo. Es fundamental facilitar a las trabajadoras, desde el origen, mecanismos y contactos para su autodefensa contra la explotación sexual.
– Por último, exigimos a la patronal de la fresa, a organizaciones como Interfresa y Freshuelva que, para que limpien el nombre de sus productos, intervengan directamente sobre estos empresarios que atentan contra la dignidad de las mujeres y las trabajadoras, y que son los verdaderos responsables de lo que allí ocurre.
No vamos a permitir los abusos de un sistema heteropatriarcal y colonial que explota a las mujeres, cualquiera que sea su origen geográfico o étnico.
POR LA DIGNIDAD DE LAS MUJERES TRABAJADORAS
Madrid, 13 de Junio de 2018
Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT