Mediante un nuevo decreto-ley publicado el 8 de julio, el gobierno turco ha cesado a 18.000 funcionarios. Desde julio de 2016 son ya más de 130.632 los funcionarios que han sido expulsados de la función pública, a los que se suman numerosísimas suspensiones.
Estas purgas políticas ilustran bien la naturaleza del régimen dictatorial de Erdogan.
Mediante ese mismo decreto-ley, el Estado turco ha prohibido a 12 asociaciones, 3 periódicos y una cadena de televisión. ¡La censura continúa!
Opositores y opositoras políticas, sindicalistas, la población kurda… el gobierno de Erdogan reprime en todas direcciones. Los gobiernos europeos son cómplices: amparan al dictador, de cuyo régimen se valen para luchar contra las poblaciones migrantes que escapan de la miseria y de la muerte.
Las organizaciones que integran la Red Sindical de Solidaridad y de Luchas apoyan a aquellas y aquellos que resisten al régimen dictatorial de Erdogan, en particular a los sindicalistas de KESK y de DISK.
RSISL
Equipo de Relaciones Internacionales de CGT