Quien paga, manda La Banca siempre gana

La Banca, el poder financiero internacionalizado globalmente, el Banco Santander, La Caixa, Bankia, BBVA, Bankinter, Sabadell, desde siempre han jugado en casa el mal denominado “partido de la democracia”.

SECRETARIADO PERMANENTE DEL COMITÉ CONFEDERAL DE LA CGT

Ordenaron al ejecutivo de Zapatero (PSOE) en el 2011, conjuntamente con toda la clase política parlamentaria “gobernante”: PP, CiU, PNV, Coalición Canaria, UPV… que dieran un “golpe de estado de facto” al artículo 1 de la Constitución, que literalmente dice que el “estado español es un estado democrático de derecho y social” …”que todos somos iguales ante la Ley”… y se cargaron el artículo 135, el cual garantizaba los servicios públicos para todos y todas, es decir, la Sanidad, la Educación, las prestaciones a las personas dependientes, las inversiones en todo lo que es público (transporte, vivienda, empleos…) para desposeer a las clases asalariadas (la mayoría social) de miles y miles de millones de euros y entregárselos a la Banca.

El Estado, todos sus poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), avalaron y crearon leyes: Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (2012); Ley de Reforma Laboral (2012); Ley contra las Pensiones Públicas (2011 y 2012); Ley Mordaza (2012)], para “garantizar la seguridad jurídica necesaria para el buen funcionamiento del mercado” (comunicado oficial de la Patronal Bancaria a propósito de la Sentencia del TS sobre las hipotecas).

Leyes que garantizan que Banqueros (el verdadero poder), grandes Empresas que cotizan en el selecto Ibex35, en la bolsa de NY y en la City de Londres , y la clase política que los representa como “poder legislativo”, acumulen cada vez más y más riquezas, por el ejercicio “democrático de la desposesión”.

Desposesión de las rentas salariales: la Reforma Laboral, con la devaluación de los salarios, traspasó cerca de 84.000 millones de euros al beneficio bruto de explotación. En los Servicios Públicos fundamentalesel gasto en Sanidad es aproximadamente inferior en 9.600 millones de euros al que existía antes de sus leyes-recortes, es decir, a partir del 2010. En Vivienda, 8.000 millones inferior; en Educación, 7.400 millones; en Prestaciones por Desempleo 7.200 millones; en Cultura 5.700 millones, en Familia e Infancia, 2.700 millones, etc…

Los Banqueros y las Grandes Corporaciones Empresariales, desde el 2012, cuando se les entrega más de 62.000 millones de euros directos para cubrir “su estafa especulativa del suelo y el ladrillo”, se liquida la poca “banca pública” existente en esos momentos (las Cajas de Ahorro) y se les avala hasta en 300.000 millones de euros a través de la “garantía del Estado y del Banco Central Europeo” para que se “financien a interés casi 0”, no han dejado de ganar y ganar “dinero” en forma de Beneficios Netos, que luego se reparten entre sus ejecutivas y accionistas a razón de un salario medio de las ejecutivas de 10,11 Millones de euros anuales por persona.

Las leyes del suelo, para mercantilizarlo y especular con él, al igual que las Leyes sobre vivienda (compra/venta y alquiler), convierten la vivienda, un bien absolutamente necesario para todos y todas, en pura mercancía para hacer negocio una minoría rica y sus representantes políticos y judiciales.

Si estas leyes son impugnadas, bien por tribunales supra nacionales (Tribunal Europeo), al no garantizar la vivienda a las personas y contener cláusulas abusivas; bien porque las miles y miles de personas “robadas, estafadas y desahuciadas” se movilizan y presionan para intentar cambiar las reglas del juego, pues sencillamente el Estado, a través de su poder judicial (en este caso TS), obedece a quien paga (sus salarios muy, muy altos, sus patrimonios, su estatus social de clase noble…) y se vuelve a cambiar las reglas del “juego del partido de la democracia”, para que todo siga atado y bien atado y se garantice el buen funcionamiento del orden del mercado y de sus dueños.

Desde CGT somos absolutamente conscientes de que, ante la ausencia de una revuelta seria de las clases asalariadas por la vía de la movilización en la calle y la desobediencia a sus leyesya ni siquiera “guardan las formas” de la FALSA división de poderes.

Como venimos diciendo desde siempre, hay que pelear con nuestras propias fuerzas, la de las pensionistas, la de las mujeres, las precarias, las asalariadas, las dependientes… y combatir no sólo el capitalismo, sino también a los “árbitros” que marcan las reglas del juego: poder legislativo, judicial y represivo.

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